La soledad no deseada es una realidad que afecta a muchas personas en la etapa final de su vida, incrementando su sensación de vulnerabilidad y malestar emocional. Conscientes de esta necesidad, en el Hospital San Rafael desarrollamos el programa Final de Vida y Soledad, que busca mejorar la calidad de vida de quienes atraviesan esta difícil etapa, brindándoles apoyo emocional y acompañamiento constante.
A través de una red comunitaria de atención, en la que colaboran diferentes agentes del ámbito social y sanitario, ofrecemos un acompañamiento cercano y humano. Nuestros voluntarios están formados y capacitados para proporcionar el apoyo emocional necesario, aliviando el sufrimiento que la soledad puede causar.
El programa está diseñado para identificar y atender a las personas que más lo necesitan. Las derivaciones pueden realizarse por familiares, profesionales sanitarios, trabajadores sociales o incluso por la propia persona afectada. Una vez detectada la necesidad, el Coordinador del programa conecta al paciente con la red de voluntarios, garantizando un apoyo continuado y adaptado a cada situación.