¿Por qué las piscinas pueden representar un peligro para nuestros oídos en verano?
Madrid, 22 de julio de 2024.- Las piscinas, al igual que las playas y el calor, aumentan la sudoración en el verano y favorecen la retención de agua en el conducto auditivo externo, fomentando con ello la aparición de infecciones de dicha parte del oído y representando un peligro para los oídos.
Tal y como afirma en una entrevista con Infosalus el Dr. Luis Jiménez Ferreres (Servicio de Otorrinolaringología del Hospital Universitario San Rafael) estas infecciones se producen por las bacterias y hongos que puede haber en el agua y se ven beneficiadas por el cloro de las piscinas. "En realidad, se trata de una infección de la piel del oído, que pierde su integridad y protección natural a causa de los baños prolongados", señala el Dr. Jiménez.
Con ello, destaca este especialista que la patología más frecuente en este ámbito durante el verano es la otitis externa, causada por la entrada de agua en el oído, creando un ambiente húmedo y caliente, que fomenta el crecimiento de hongos y de bacterias: "Es más frecuente en verano, y especialmente en los niños (suelen estar más tiempo en el agua), y en aquellos que practican deportes acuáticos; por ello, con frecuencia se le conoce como oído u otitis de nadador'.
Además, en dicha entrevista el Dr. Jiménez Ferreres también ofrece una serie de tips para cuidar de nuestros oídos en verano, insistiendo en la importancia de mantener una higiene adecuada de estos y recordando que desde la Sociedad Española de Otorrinolaringología-SEORL se recomienda precaución al tirarse de cabeza desde grandes alturas, ya que la entrada de agua de manera repentina en el oído puede provocar lesiones en el mismo. "Lo mismo ocurre con las inmersiones a mucha profundidad, debido al cambio súbito de presión. Estas prácticas pueden provocar dolor de oídos o mareos", añade.
Enlace a la entrevista de Infosalus https://n9.cl/2u2vab